Que les cobren mi parte

Hace algunos días pude confirmar de buena tinta algo que se comentó en prensa cuando el Granada Club de Futbol ascendió a primera división. La Hacienda Andaluza condono el 50% de la deuda que el club tenía contraída con la Junta.

Al principio me pareció razonable. Perdonaban las deudas a un histórico del fútbol andaluz que ascendía a primera tras décadas en las categorías inferiores, le facilitaban las cosas, ¿Que había de malo en eso?

Luego, con el tiempo, en mi cabeza empezaron a rondarme ciertas dudas y me empecé a preguntar; ¿Porque debíamos perdonar al Granada su deuda? ¿Quien había decidido tal cosa? y ¿En que criterios se basaron los funcionarios o políticos, ambos al servicio de los administrados y costeados por estos, para decidir tan arbitrariamente?

Estas preguntas escuecen más aún cuando uno se entera de casos como el de aquel colegio al que la Administración embargó los muebles en mitad de las clases con los atónitos y asustados alumnos dentro de las aulas.

Lo cierto es que uno empieza a estar harto de que las administraciones, autonómicas, municipales o el estado que deben a todo cristo y se toman licencias de este tipo.

Verán ustedes, resulta que al que suscribe le toca muy de cerca, como no podía ser de otro modo, puesto que la situación se repite con mucha más frecuencia de la deseable, que la Administración reclama con todo el peso de la Ley, de su ley, a un administrado una deuda mucho menor de la que dicha Administración tiene contraída con él. Y sinceramente me sienta mal que esa misma Administración se tome libertades del tipo de la del Granada con el dinero que no tiene, que de tenerlo, debería de usarse para pagar a sus acreedores y para regularizar la situación de las finanzas andaluzas no para ayudar a clubes deportivos.

Señores funcionarios, señores políticos, despierten, no tienen el dinero que hace falta para perdonar a un club de fútbol la deuda que tiene contraída con la ustedes, con nosotros. No tienen ese dinero porque nos lo deben a muchos de sus administrados y ademas a nosotros no nos lo perdonan.

No quiero que le perdonen al Granada su deuda, no con mi dinero, eso en mi tierra, que es Granada, se llama tirar con pólvora del Rey, en su caso con pólvora de los administrados, y ustedes que deben dinero a todo el mundo, a aquellos que les pagan con sus impuestos sus nominas y pensiones vitalicias, aquellos a los que sirven -Porque son servidores públicos, no lo olviden – a aquellos que han tenido que cerrar sus negocios a consecuencia de la misma deuda que ustedes no pagaban y que al no cobrar impedía pagar los impuestos y cuotas que ustedes les reclaman.

Señores funcionarios y políticos, no pueden elegir condonar una deuda, no pueden elegir. Han de regularizar la situación de las finanzas de la Administración de la que son responsables y han de hacerlo ya. Y si no saben o no pueden deberán responder frente a nosotros, con la Ley en la mano y hasta las ultimas consecuencias.

Les exijo que cobren su deuda al Granada, al menos la parte que me deben ustedes a mi. Que les cobren mi parte.